Mi autorretrato

Filed under: - Autorretrato — valeantonia at 11:07 pm on martes, abril 12, 2011

Soy Valentina y tengo 12 años, Chile. Este es mi autorretrato, aun me falta terminar.

_Creo ser, de tez morena, ojos intensos, grandes y oscuros,

labios delgados, abundante de cabellos castaños y ondulados,

mediana de estatura, imposible de cálculos, de sueños muy largos,

desde pequeña enamorada a las letras, de gran apetito

pero delgada, imposible pararme de entrenar, de nadar y trotar,

tímida y muy educada en lugares ajenos, enamorada de perros,

amadora de las pastas y alcachofas, enemiga del orden,

imposible en historia, buena lectora, amable con ancianos

cariñosa con niños, respetuosa con la gente, no le temo a los riesgos

ni a las alturas, amadora de zoologicos, somnolienta con las aves,

intrigada con el mar, sus colores y? en viajar hacia oceanía, temedora a

lo negro, oscuro a la soledad, indulgente con la gente,

timida, inocente, candorosa, introvertida, afable,

****No se me ocurre como continuar, hay algo que me falte?****

Música, librosy pasión.

Filed under: Varios — floreencia_l at 8:26 pm on sábado, abril 9, 2011

Ella era, simplemente, alguien más en el mundo. Alguien con emociones muy intensas, difíciles de describir,? de comprender, de controlar. Ése era su rasgo principal, aunque demostraba una continua frialdad muy característica en su semblante y en su forma de actuar, muy escondidos se hallaban esos sentimientos? a los que trataba de no aferrarse.

En ocasiones era como si la angustia la dominara, como si la consumiera con la misma rapidez que el fuego es capaz de incinerar una hoja. Era para ella muy extenuante sentir como esa tristeza muy dentro suyo la debilitaba en todo sentido, se sentía totalmente incapaz, al igual que un trabajador que ya no encuentra placer en su labor. No era habitual en ella hablar de esto, se limitaba a encerrarse en si misma.

Sin embargo, había muchas cosas que le provocaban alegria y placer. Se podría decir que su pasion era, sobre todo, la música. Para ella, la música era la mejor manifestacion del arte y la cultura hasta ahora conocida por el hombre. Encontraba en ella un refugio al vacío que le causaba la vida cotidiana. No había nada que no fuera expresado en las letras de sus grupos preferidos, era como si la entendieran mejor que ella misma. ‘Cause I hate the way I feel tonight, and I know I need you in my life, yes.. I hate the way I feel inside.Nadie lo hubiera dicho mejor. Aunque, a decir verdad, dudaba que haya alguien que no se identificara con ninguna letra, o con ningun personaje de algún personaje de un libro, por ejemplo. Esa era otra de sus aficiones, los libros. Infinidades de historias y personajes por conocer, y siempre descubria algo nuevo, debía de ser su amor a la lectura lo que la llevaba a igualarse con los protagonistas de sus historias preferidas.

No sabía que hacer exactamente con su vida, se había acostumbrado a todo y ya nada le interesaba, nada la conmovía. Al fin y al cabo, mañana sería otro día, y ella encontraría una nueva historia, una nueva melodía.

El don del pequeñom olvido

Filed under: Varios — robercerello at 5:33 pm on sábado, abril 9, 2011

EL DON DEL PEQUEÑO OLVIDO
A la luna se va y regresa rápido montado en el pequeño olvido. ¡Tan fácil olvidamos!
De la misma manera que cazamos lagartijas en una lata de duraznos. Solo esperamos que la victima caiga por su propia ingenuidad.
Ni a la luna se viaja en el pequeño olvido, como tampoco es fácil cazar lagartijas.
Todo lo contrario. Se requiere de una capacidad extra que nace con nosotros, para ir sumando pequeños olvidos. Son lapsos de ausencias que protegen nuestra alma del verdadero horror que significa la fatalidad de no poder cambiar las cosas.
Cambiar las cosas, para vivir a un costadito del infierno, en un cielo mítico y antropomórfico. Se trata de vivir lo mejor que se pueda confiscando los malos recuerdos. Así vamos construyendo la casa de los espectros a la vera de estos fraudes diminutos. No sólo la tierra es sedimento de cadáveres sino presencias innumerables de figuras fantasmales sometidas por el olvido.
Un beso perdido e inocente desaparece entre miles de besos. La eficacia del olvido que trabaja con precisión quirúrgica.
Una madre convertida en sombra por una bala ciega y homicida que de alguna manera inaudita logra olvidar el latido y flota sabe solo Dios en que siniestras oscuridades en la búsqueda de su hijo que yace más allá del recuerdo
La desmemoria es una suerte de extraño y complejo mecanismo cuyas piezas son argumentos más o menos convincentes. Nos convencemos de que hicimos bien en callarnos cuando debíamos haber hablado. Hablamos cuando debíamos haber callado.
Este extremo ejercicio supera la tensión dialéctica y nos borra la cara de cobardes.
Mucha lluvia tendrá que caer para limpiar la suciedad de esta inmunda oquedad en que nos hemos convertido por virtud del Don del pequeño olvido.

ROBERTO JULIO CERELLO