Manolo
La sangre escurre por mis manos. Rompe la carótida y ahogarás los gritos. Presiona la garganta sobre veinticinco kilos y romperás su cervical. Es más fácil si lo envuelves con una cuerda o una cadena.
No me entienden. Tal y como suponía, no son capaces de hacerlo. Yo estoy más allá de su experiencia. Estoy más allá del bien y del mal. Eso lo dijo Richard Ramírez, asesino serial norteamericano. Conocido como nightstalker.
Creen que pueden dominarme con psicotrópicos, creen que pueden decirme qué hacer y qué pensar, creen que de eso va todo, se equivocan.
Las lámparas ya se apagaran para nosotros y para todos ellos, la oscuridad es mi elemento. Solo un ataque de violencia contra mi familia, dijiste. Siempre se equivocaron.
¿Escuchas como el viento mece el columpio con el cuerpo del guardia amarrado en su cadena?
Es una sinfonía de muerte. Dulce.
¿Por qué lo hiciste? Antes de hacer algo, mira a tu alrededor, escucha, y sobre todo, abre la boca. Hay que hablar, Manolo, hasta los animales se hablan entre sí, ¡qué caramba!
Tuvieron que quitar todos los cuchillos y las tijeras de la casa de tus padres…
Recuerdo tus palabras de “experta” como si las hubieses marcado con fuego en mi memoria.
Tan arrogante. Mirándome como un animal, comparándome con uno. Mientras escondías tus ojos detrás de esas gafas.
Mientras estabas segura porque me tenías confinado, atado.
NO ME PUEDES DETENER.
¿Te gusta mi voz, es dura como una roca, no?
No comprendes que jamás me encontrarás en un libro, soy indefinible, como la propia naturaleza, defíneme y te daré otra sorpresa.
¿Recuerdas los shocks eléctricos?
Dominar mis ataques de violencia con electricidad, ¿eso fue lo que decidieron en la votación de la junta de especialistas, de expertos?
¿Hicieron algo?
Dime ahora, ¿sabes tú lo que es la locura?
Yo sí, soy lo que la locura ha hecho de mí.
Sabes que no deberías haberte puesto así. Lo primero es mirar a la gente, Manolo, no puedes pretender que te entiendan si ni siquiera te dignas mirarlos a la cara.
¿Sabes por qué no los miro a la cara?
¡RESPONDEME!
No puedes hacerlo, te lo diré.
Porque solo veo animales. Como tú, eres sólo una gallina. Una gallina degollada.