El rigor de las piedras
Quien serás en mis sueños,
quien serás eterna risa en el alma,
entre disputas de tiernos ogros,
quien serás entre espejos que dañan.
Aquí y allí estar,
no veo el fin al que llegar,
no veo la paciencia de la espera
ni el rigor de las piedras,
siento tu devenir,
húmedo y soleado,
en plena tinieblas musicales,
en bares de ginebra y menta,
en pequeñas velas
de vidrios en tus ojos,
no se ensuciaran tus talones,
no te reirás ya por mi,
no te sentaras en mi corazón,
no lloverá en tus piernas.