Coca-cola sin burbujas

Filed under: Poesía Tercer ejercicio — Sofia Moreno at 7:23 am on domingo, febrero 21, 2010

Coca-cola vieja, sin burbujas, para desayunar
pelo sin peinar
manta sin estirar
sábanas arrugadas.
Prisas, ducha, peine, carreras, café que pasa por mi gaznate.
Quema.
Pan caliente y tierno, margarina con sal; agua, mucha agua fresca.
Puerta que cierro, pasos que doy, casi corriendo,
bus al que subo, metro al que bajo…
Aquellos tiempos de oficina, puf, qué bien estoy sin ellos, la verdad.

Sierras para andar horas con mochila de bocadillos,
risas porque alguien imita a un oso, no sé porqué.
Sentados todos alrededor de unas piedras grandes,
mirando a lo lejos la extraña ciudad.
Los árboles nos cobijan bajo sus altas copas,
el sol nos ayuda a soñar mientras nos adormilamos.

Es la hora de la siesta en la montaña llena de grupos de amigos,
como nosotros.

Por el sendero pasan ante mí caminantes desconocidos y saludan, amables.
Mientras nuestros hombres van a explorar qué hay tras esa peña,
Susana me confiesa que está mucho mejor desde que se separó de Roberto.

Confidencias, un cigarrillo de tabaco rubio compartido:
«¡Yo creía que ya no fumabas!»
Ahora estoy en la gloria, Susana,
mi compañero está bien, es feliz,
atravesamos unos años excelentes,
después de tantos malos ratos.
Ojalá dure.
Con menos dinero estamos mejor,
la vida es más dulce,
qué raro, ¿verdad?

¿Coca-cola, Susana?
¿Traes Coca-cola de excursión?
¡Ah! No me extraña que se haya quedado sin burbujas,
a la sierra yo solo traigo agua.
No, no me importa que bebas a morro,
toma mi botella,
somos amigas,
no tienes sida,
ni siquiera un resfriado.

Y si lo tienes, no importa.
La vida es bella y no está mal morir de amistad.
(fin)

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