Mil globos y un corazón
Nunca celebramos el día de San Valentín. Entonces, decía que eso eran tonterías, el día del Corte Inglés. Pero el tiempo ha pasado, y el 14 de febrero fue San Valentín, y recordé que nunca lo habíamos celebrado. Y lloré desconsoladamente. Sí, ¿verdad qué bobada? ¿Sabes? Ese mismo día, pasé por delante del Corte Inglés, habían colgado un gran corazón rojo formado por mil globos. ¡Vaya horterada!-hubiéramos dicho riéndonos, en su momento.
Algunos vendedores ambulantes ofrecían rojas rosas a las parejas. Ninguno me paró, claro, iba sola. Y seguí recordando que nunca me habías regalado flores, ni siquiera para mi cumpleaños.
Sonaba una estridente música y los enamorados bailaban; yo aceleré el paso y me metí en el metro camino del trabajo.
Hacía frío cuando volvía a casa, era de noche, y ya no había música, ni transeúntes bailando, ni indios vendiendo rosas y los mil globos que formaban aquel enorme corazón estaban desinflados, explotados, pinchados, por el suelo, pisoteados… como mi corazón.
Pero hay algo que siempre recordaré y es que nunca celebramos el día de ? San Valentín.
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