Porta-Retrato
Soy hijo del Dios que me alumbra y dulce ha sido mi madre,
la naturaleza, quienes nutren mi simiente desde siempre…
Nací en un país de maravillas, que todo tiene y que como arcón
de amor, entre más reparte más se le multiplica.
Tuve poca familia; mis hermanas y una buena madre, unos primos
y una tía, son los que recuerdo desde el corazón por haber estado
siempre cerca.
Cuando jóven hice muchas travesuras, algunas buenas y otras no tanto.
Tuve varias novias y finalmente me casé cuando cuarenta,
Una bella hija resultó de mí atrevimiento, el lucero azul que aún me brilla
en la lejanía. Tomé la pluma del poeta un dia, sin saber lo que yo mismo
lo que pedía, éra mi alma que surgió de pronto, cual paloma de mago entre la
gente.
Un recuerdo y un anhelo hacen que hoy me siente en el
escritorio, vuelvo a lo que dejé un dia en el tintero; escribir un
libro, o más, quien lo sabe? Esto lo pongo a los pies de mi Señor para su
benevolencia