Me cansé de soñar.

Filed under: Teatro: Primer ejercicio — Carminacd at 12:42 pm on jueves, marzo 11, 2010

que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.”

Calderón de la Barca.

Yo también, como todos, he soñado alguna vez; para decir la verdad, muchas veces he soñado, siempre cosas distintas y contradictorias. Soñé enamorarme y que se enamoraran de mí y el sueño se hizo realidad, sólo que, por ser la primera fantasía, tenía defectos de fabricación; hubo cosas que olvidé determinar y, entonces, cuando él me dejó y el encanto se transformó en embrujo, soñé un príncipe azul que me salvara del mago maléfico y su hechizo; el príncipe idealizado, se hizo carne y héroe y esposo y padre. Desde tanto tiempo antes, ya soñaba con cambiar el mundo. Fui niña exploradora, íbamos a darle la merienda a los ancianos en el hospicio. ? Pocos años después, fui estudiante de Asistente social; para esa misma época, los sábados, con mi nena de un año a cuestas, iba a la villa miseria a dar de comer a los niños en un galpón y a entretenerlos con actividades lúdicas y educativas.

A ver, yo voy acomodando aquí, sobre esta mesa y a mi alrededor todas las opciones que conozco y ustedes me ayudan a escoger la mejor. De otra forma ¿para qué están aquí?

¿Piensan que la rama de aquél árbol resistirá mi peso? No sean descorteses con sus respuestas, por favor, que soy una dama después de todo. Bien, aquí, sobre la mesa, cuchillas, hojitas de afeitar, pastillas para dormir, un revólver, cianuro (no le temo a morir por sofocamiento, pero no me arriesgo a morir desangrada). A las pastillas para dormir las escogieron dos adolescentes de veinte años que conozco, es la forma más eficiente para no suicidarse, a mi parecer, ya que tuvieron el tiempo para llamar por teléfono a sus respectivos ex y decirles que se habían empastillado por culpa de ellos. ¿Qué les quedaba por hacer a esos pobres muchachos sino llamar a la ambulancia? Las dos terminaron en el hospital con lavaje de estómago, vivitas y coleando. Recordemos muertes eficientes: Silvia Plath, Alejandra Pizarnik, Alfonsina Storni, Marilyn. Meter la cabeza dentro del horno a gas me parece una buena forma.

Como les venía diciendo, todas mis esperanzas se cumplieron hasta ahora, pero descubrí que no me satisfacen, que quiero más y el error ha estado entonces en no saber soñar. He equivocado mis sueños. Deseé vivir en medio del campo, entre sembrados, viendo la montaña desde mi ventana, y, cuando lo logré, extrañé la comodidad urbana y hasta los ruidos molestos y el smog.

Horacio Quiroga. No sé si tendría éxito en mi empresa ya que no tengo idea de por dónde debe entrar la bala para cumplir su cometido y no dejarme convertida en un peso para mi familia.

Deseé tener un amante, un amigo, lo imaginé físicamente; tal cual yo lo quería, él me encontró; pero ni los años ni la inmensa práctica me han enseñado aún cómo soñar lo mejor para mí. Esta vez también falló mi sueño, olvidé especificar la personalidad, la ternura, el compañerismo, la fidelidad en una relación, la sinceridad.

Está bien, creo que hemos encontrado el método eficaz en mi caso. Los dejo. Voy a hacer una caminata hacia el centro del mar, pero bien despierta, ya me cansé de soñar.

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