Locura
Ana es definitivamente una mujer que me inspira. La familia ha hecho una y otra vez la declaración de? que es una soñadora, no precisamente porque crean que serlo es algo bueno, se preguntan si percibe? la realidad o lo suyo se puede catalogar como locura. Pero para Ana la locura significa un intenso creer en que? los sueños se cumplen, cree que hay algo mejor, algo más alto y está decidida a perseguirlo. Se sube a? un columpio y mira el cielo, inmenso, inescrutable y se le pone la piel de gallina, de pronto es consciente de su estatura. ? Sueña y es? libre de todo lo que como una roca la ata a la realidad, a lo que la gente llama realidad, ese concepto? que parece tan tangible pero que nunca llegas a tocar, no sin un vacío en el corazón, sin el sentir de que algo falta. Hay sueños que son como guías para el alma, como si una lámpara señalara el camino en el que debes andar para escribir tu propio libro, ese, que contiene tus iniciales y las de nadie más. Tal vez algún experto podría declararla como mentalmente loca, pero ella piensa seguir el sueño que sabe se cumplirá y si no, lo que le importa es mantenerse en e l camino, mantener la esperanza. Y en las votaciones, en las elecciones de lo que pesa más para ella, definitivamente le da un punto a la locura y yo junto a ella.