MI NOMBRE ES…
<Mi nombre es Bond, James Bond> Jaime ensayaba divertido el papel que le había tocado en la obra. Le relajaba hacer teatro representando su propia profesión sin que nadie supiera en realidad a qué se dedicaba. <Mi nombre es Bond, James Bond> decía con el cuello de la gabardina subido hasta los ojos y daría el pego de no ser por la estatura. Su 1,65 no lo hacía el típico galán y a veces se ponía plataformas como algún presidente europeo. Las canas habían sido un acierto aunque en realidad se las había puesto para infiltrarse en el Club de Expertos contratado por la mujer del Presidente.
– ¿Expertos en qué, perdón?
– Experto es experto ¿tiene algún problema para manejar el idioma? – Aquella mujer no hacía concesiones.
-? ? ? ? ? ? ? ? No señora. Y dígame ¿qué tipo de problemas tiene el Club de Expertos?
-? ? ? ? ? ? ? ? El Club mismo es el problema. Mi deseo es que investigue sus cuentas. Además, mi marido intenta asesinarme – dijo sin alterar la voz – Sería conveniente que aparentara usted más años…
? Se tiñó las canas. El siguiente encuentro fue en el jardín de la Presidenta que sentada en un sofá – columpio acariciaba a su yorkshire.
-? ? ? ? ? ? ? ? Pase, pase. Lo llamé para decirle que vendrá conmigo a la cena. Allí le presentaré a los miembros del Club.
-? ? ? ? ? ? ? ? Por lo que he averiguado, tiene ustedes cuentas en Mónaco, quizás tenga que visitar la Roca… ¿Es necesario que asista a esa cena?
No tenía ningún traje de ceremonia. Pensó en la americana informal de los eventos. Con vaqueros. Quizás no fuera lo más adecuado para las votaciones de primera y segunda vuelta en aquel club, pero ya había comprendido que iba a ser difícil sacarle mucho dinero a aquella mujer guapa, pero con cara de morosa.
Había previsto ciertos cambios estructurales y además de teñir el pelo se había bronceado en la lámpara uva. Recordó a su madre <Hijo mío, ya que no eres alto, al menos deberías ser ancho> Esto había ocurrido en plena adolescencia y así fue como Jaime comenzó a hacer pesas y a cuidarse intentando no decepcionar a su madre que creía que ? su hijo jamás tendría Libro de Familia propio. Aunque la mayor parte de las veces no tomaba caviar sino sopa Gallina Blanca, no podía quejarse, no le había ido tan mal. <Mi nombre es Bond, James Bond> <Mi nombre es Pons, Jaime Pons>