Detrás del velo.
Ella baila una danza árabe, sensual, abrazadora, sobre el escenario de la “Feria de las Colectividades” en la ciudad de Rosario donde se desarrolla cada año durante el mes de noviembre.
Es un espectáculo al aire libre, se está terminando la primavera y los días y las noches son apacibles y cálidos. El río marrón del cual no se divisa la otra orilla y que ahora no se ve porque ya es de noche, se puede adivinar como marco del espectáculo. El cielo está exageradamente iluminado por las luces del evento que fue creciendo con los años y la experiencia.
Ella sabe que detrás de las babuchas de seda y tul, del corpiño brillante y delicado, detrás del velo fingido del disfraz que lleva puesto y debajo del tul que le cubre los cabellos negros y lacios, existe toda una cultura casi desconocida para ella pero que la lleva en su sangre.
¿Qué puede significar para la bailarina sobre el escenario el verdadero velo? ¿el caminar detrás del esposo? ¿el taparse desde el cabello hasta los pies, sin trasparencias? ¿el maltrato por pensar diferente? ¿el ácido que deforma y consume las facciones femeninas que osaron actuar fuera del sistema, fuera de la ley divina?
La danzadora sobre el palco escénico perdió su identidad por la distancia, los años que llevaba alejada de sus raíces, la falta de interés por conocer la cultura de la que habían bebido sus antepasados, la frivolidad.