Madre

Filed under: Poesía - Primer ejercicio — bar_lange at 6:07 pm on viernes, septiembre 20, 2013

Mi madre me acariciaba desde alli.
Un hilo de luz
y unas manos en mi abdomen
me decian que era el fin.
El grito mas desesperado de mi vida
me desperto para siempre.
Madre,
no regresare esta noche,
bebere hasta olvidar los rencores.
Una mujer prohibida
caminaba ante mis ojos.
Buen dia madre
¿te tratan bien aqui?
Vendre la semana que viene,
¿te acuerdas de mi?
Adios madre.
El grito mas desesperado de mi vida
me desperto para siempre.

Ciego.

Filed under: Varios — Helena at 6:03 pm on viernes, septiembre 20, 2013

Ahí va tu oportunidad, se aleja más a cada segundo..casi no la puedes ver, o corres o la pierdes. Pero normalmente no ves nada como es en realidad, así que sigues aquí hablando de amor. Dando cátedras inconsistentes y bien elaboradas de algo que ni siquiera conoces bien.

AUTORRETRATO: SE DICE DE MI…

Filed under: - Autorretrato — kirschenwasser at 5:55 pm on viernes, septiembre 20, 2013

SE DICE QUE SOY ALTA Y DE TEZ BLANCA,

QUE MI PELO TIENE RULOS, PERO SOLO TIENE ALGUNOS…

QUE MI CARA ES REDONDA Y MIS OJOS SON PEQUEÑOS,

DE NARIZ PROMINENTE Y DE PESO ASCENDENTE….

QUE MI HUMOR ES INFLAMABLE Y QUE A VECES AMIGABLE,

QUE A VECES INTELIGENTE Y OTRAS VECES COMO ADOLESCENTE…

SE DICE QUE SOY DORMILONA Y TAMBIÉN UN POCO CÓMICA,

AH SI, SE DICE DE MI…

Sin título

Filed under: Ensayo: Primer ejercicio — CallieWest at 5:52 pm on viernes, septiembre 20, 2013

El trabajo para algunos es solo el medio con el que las personas se sustentan a unos mismos en el caso de estar solteros o a la familia cuando se tiene, obviamente como parte de una vida monótona y cotidiana vienen relaciones de:

-Amistad, con las personas que puedes ir a un bar y tomar una cerveza o ir al cine a ver una buena película o de terror.

-Amor, claro que puede surgir un pequeño romance con un compañero de trabajo, tu jefe o tu empleado, dependiendo de con quien es el que robe tus sueños claro esta.

-Odio, siempre, siempre abra aquella persona que te haga la vida imposible por varias razones o la mas común envidia, envidia por que al jefe le encanta mas como laboras, por que le caes bien a casi todo el personal, por que tus trabajos son mejores que los de aquella persona… etcétera, etcétera…

-Solo compañerismo, aquellos con los que hablas o les preguntas cosas tan fáciles y comentas una que otra exprecion.

Pero el efecto que tiene cada uno es diferente tal y como la relacion pero es lo mismo como un adolecente en la escuela, un joven reciéngraduado en su primer empleo, o un señor con ya varios años de expericen

La Diosa Guerrera

Filed under: -Creación de personajes — turisasgodess at 5:31 pm on jueves, septiembre 19, 2013

Ella mira el horizonte con sus perfectos ojos azules que destacan sobre su piel trigueña. La línea de su mandíbula la hace ver como una mujer fuerte y determinada, y no es una descripción equivocada. Sirah es la encarnación de la diosa guerrera, y lidera su clan desde hace décadas. Mientras el viento revuelve sus rizos oscuros como el ébano, ella contempla al sol poniente preguntándose hasta cuándo habrá de soportar su agonía.  Nadie sospecha que detrás de su carácter de hierro, hay una historia escrita en sangre, lágrimas y dolor. El precio que pagó por ocupar su lugar en la tribu la despojó de toda emoción, de toda vulnerabilidad. Los otros la ven como un estandarte, como una diosa, toda ella fortalezas, y sin embargo ella sabe la verdad. Que la que contempla hoy el horizonte es la cáscara de la madre que no pudo ser, la sombra del amor que no la protegió, la muerte de una vida llena de promesas rotas…

EL MEQUETREFE (¿CUENTO MINIMALISTA?

Filed under: Varios — carbada at 3:10 pm on jueves, septiembre 19, 2013

EL MEQUETREFE

En realidad me pareció
demasiado, pero no reparé de inmediato en la actitud de aquel vecino irascible.
Llegó a mi casa, agredió la puerta de entrada, miré por la ventana y parecía que
el hombre me hubiera hecho una seña: “vení rápido, atendeme”. Por supuesto yo
me acerqué y sus gritos comenzaron a salir de su boca de una manera demencial.


¡Tu perro, esa porquería que tenés en el fondo, se metió por un agujero de
la ligustrina en mi casa y destrozó la pierna de mi Bichon Frise, es un
atrevido, una rata que salió de la calle, es una porquería!

Yo me quedé tan
sorprendido que le pregunté si estaba hablando de mi perro o del suyo. Me
confundí pues me recalcó que era una rata y que era una porquería. Creí que
estaba hablando de ese proyecto de perro inconcluso, que se atrevió a asomarse
a un agujero descubierto entre la ligustrina y el alambre que rodea esa parte
del terreno. Por supuesto que mi perra, que es una señorita, cuida su lugar y es
seguro que atacó por ese espacio al que sólo el perrito del vecino puede
acceder por su tamaño insignificante.


¡Tenés que tratar de hacer algo con ese perro infeliz que tenés!. Por
supuesto siempre con tono autoritario.

Mi señora y yo
atendíamos a este señor en la puerta de entrada a mi domicilio. Nos quedamos
estupefactos y no sabíamos como manejar la situación. No advertimos que estaba
gritando en nuestra propia casa, con unas ínfulas que hasta sus dientes
postizos se salían de lugar, casi se le caen. Las cejas se juntaban en el
centro de su entrecejo, muy enojado estaba el hombre.


Perdón le contesté, realmente no sé que decirte; con toda educación y
hablándole despacito para no irritarlo más. Todavía no advertía yo, la
insolencia del hombre y entonces atiné a contestarle:


No sé cómo disculparme, reitero mis excusas, trataré de razonar con mi
perrita, pues es tan inteligente que de seguro entenderá que no debe actuar de
semejante manera.


Me estás “cargando”


No entiendo por qué lo decís


porque estás afirmando que vas a conversar con tu perra inmunda

Bueno, le repliqué que
tampoco se podía razonar con él y era un ser humano, y nunca lo trataría de
inmundo. Con lo cual se fue, no sin antes acomodarse el bigote que se le paraba
en su lado derecho. Estaba tan loco que no podía hilar palabras.

Mi señora no podía
controlar la risa por mis respuestas. Casi siempre el irascible soy yo y es
probable que si me hubiera tocado discutir en otro momento el pobre hombre se
hubiera ido con un palo de beisbol atravesado en la cabeza o metido en otro
sitio; digo, fui todo un señorito inglés al abordar la situación con esa actitud tan pasiva que sorprendió a mi
señora. Yo soy un loco de la guerra en estas situaciones, pero me tomó
desprevenido. Bueno, lo cierto es que el hombre se fue farfullando palabras
inconexas que sólo expresaban la bronca ciega que tenía.

Marga, mi señora, me
preguntó sorprendida cómo había conseguido dominarme y comencé a pensar
seriamente si no fue una actitud de cobardía, me llamaba la atención tanta parsimonia
en mi accionar.

A mis hijos les dio
mucha bronca pues procedí en forma tan pasiva. Es seguro que ellos querían
guerra, pero creo que estuvo bien. Hoy mis modos son bastante pacíficos en
cuestiones como esta. ¿Será la edad presumo?

Al rato la conversación
siguió en el fondo; mi señora y yo fuimos a ver el agujerito que ocasionó el
drama y allí apareció el vecino diciendo:


Bueno si no hacés nada con el perro lo
voy a envenenar, entonces le contesté:


Bueno, después enveneno yo a tu perro y luego al otro y así hasta
terminar con las dos familias, podemos seguir con todos los vecinos si es tu deseo.
Siempre había un tono de burla de mi parte que lo ponía neurótico.

Al entrar al comedor mi
señora me convidó un mate, una yerba realmente exquisita y de repente:


Chss, apunta mi esposa. Escuchá, todavía está protestando el vecino.

¡Abrí la ventana para
oír lo qué decía!. Al hacerlo, una sarta
de guarangadas seguía arengando el vecino, estaba sacado por completo.


¡Este tarado encima viene burlarse de mi diciendo que iba a razonar con
su perra

Su esposa agrega:


No querido aclaró que si bien no podía hacerlo con la perra, tampoco lo
podía lograr con vos.


¡Callate la boca vos!, ¡Le voy a cortar las bolas, pedazo de pelandrún!

Yo agradecía que mi
pobre perrita fuera una señorita. Bueno, creo que se refería a ella, aunque…

Aprovechando la ventana
abierta largué una carcajada bien fuerte como para que la oyera y enseguida
exclamé:


¡Pobre gil, que se pegue bien la dentadura que le baila antes de enojarse,
no vaya a ser que se le caiga y luego tenga incluso que comprarse una nueva!
Por supuesto este comentario fue a grito vivo y con su correspondiente ¡Ja!
¡Ja! ¡Ja!

Sentí de repente un ventanazo
y para colmo, se le rompieron los vidrios, se ve que mi mensaje había llegado
con claridad.

Al tiempo me llama por
teléfono y yo lo atendí con cortesía


Sííííííi, ¿con quién tengo el gusto de hablar? – sabía que era él pues
tengo identificador de llamada.

Mi señora le había
cortado las ramas del ficus que caían a mi terreno y no permitía que el pasto
creciera en forma tupida y la poda fue muy desprolija, era seguro que me iba a
llamar por el teléfono. Ya le había dicho yo con tiempo que quitara esas ramas
de mi jardín, pero como no lo hizo, al diablo con el ficus quedó monstruoso.


¿Podemos charlar un momento en la vereda?, agregó


Sí con gusto y salí


Me pidió disculpas de mil maneras posibles, en realidad me había
convencido de su arrepentimiento pero al rato comenzó a protestar por el ficus ¿Te
diste cuenta como hizo podar tu señora el árbol, se ha arruinado completamente?
de manera que advertí que las disculpas no eran sinceras. Entonces le recalqué
que no lo disculpaba y que prefería que no hubiera trato alguno de ahora en más
entre las dos familias. Todo tipo de contacto a partir de este momento sería a
través de carta documento. Se retiró con una bronca que expresaba en gestos,
cada vez que se producía un encuentro casual con nosotros.

Allí no terminó la
situación, hubo otros acontecimientos, pero eso es para otra oportunidad

CARLOS A. BADARACCO

10/9/12

(DERECHOS RESERVADOS).

La mujer de mis fantasías.

Filed under: Varios — lila at 3:09 pm on jueves, septiembre 19, 2013

Lo nuestro, es un amor prohibido, tu casada con hijos y yo aquí delirando; con la hermosura que te envuelve.

Todos, los días vengo a este bar, solo para verte cruzar.

Es un ritual, de lunes a viernes, una cita con tu belleza.

Deliro, cuando pasas el piso, se abre al verte venir.

Ese andar, de caderas hace que la pasión aumente.

Tu pelo, se mueve con el viento, parece danzar por los aires.

No te das cuenta, de mi presencia pues te miro callado en ese lugar ; que nos separa una ventana.

El mozo ya me conoce, me pregunta ¿ le vas hablar algún día ?

Lo que no se imagina, es que contemplo en la distancia; todo me tiembla no se si podre aproximarme a ti.

Vengo a desayunar, aquí hace un año.

Todo comenzó, en un encuentro fulminante que tuvimos en la calle.

Chocamos por casualidad, intercambiamos nuestras miradas, sentí amor a primera vista.

A partir, de ese segundo te convertiste en una obsesión.

Fui a esa cafetería, pregunte si alguna vez te habían visto pasar, por esos lados me dijeron;que si llevabas tus niños a la escuela cerca de ahí.

Desde entonces el café, por la mañana lo tomo en ese local.

Eres el ángel de mis sueños, el deseo prohibido.

La alegría de cada día , antes de irme a trabajar.

Espero vencer la timidez, y así hablarte de los sentimientos más profundos que guarda el corazón por ti.

Soy.

Filed under: - Autorretrato,Redaccion — Salo at 3:09 pm on jueves, septiembre 19, 2013

A veces soy una loca, que alborota y choca. Todo el tiempo soy psicoloca.

Blanca, morocha y una nariz un poco pinocha…por herencia y no por desobediencia.

Responsable al extremo supremo.

Ansiosa, nerviosa, cariñosa, curiosa, respetuosa y silenciosa.

Tranquila, fria, safada y habladora.

Apasionada incansable del trabajo realizable. Realizo la tarea de ser una loca entre tantos cuerdos.

Amo lo que hago. Hago lo que amo. Soy lo que amo y lo que hago.

Me amo y me odio.

Me corto y me sano.

Creyente por fe. Cuando no queda nada, nos queda la inmensa fe. Dios.

Vida. Muerte. Locura. Cordura. Amor y odio. Sentir. Pensar.

Al fin y al cabo, me voy conociendo a medida que voy viviendo.

Y de todas formas, ¿Quien termina de conocerse?

Autorretrato

Filed under: - Autorretrato — Julia Alvarez at 3:08 pm on jueves, septiembre 19, 2013

Terriblemente honesta.

Aunque a veces se haga difícil. Siempre honesta.

Curiosa,soñadora,distraída.

Caótica,no puedo contra el desorden.

Cocinera de nacimiento. Aromas,sabores,colores. Placer. Una pasión.

Amo la inmensidad del campo en donde vivo,rodeada de montañas calladas y un lago que se lleva todos los suspiros.

Mi huerta me atrapa en pies descalzos y llenos de tierra. Alados de música.

Madre. Me traspasa el amor.

El sol que va entrando tibio por la ventana me encuentra tranquila tomando unos mates. Te veo y las horas no pasan. Tu manito,que pícara busca la mía , me acaricia y me llega al alma.

Soy felíz.

distancia….

Filed under: Creatividad - Primer ejercicio — aicitel at 3:08 pm on jueves, septiembre 19, 2013

Tengo miedo, miedo del tiempo, del reloj, unas veces tan vehemente como yo, otras tan desidioso como la propia dilación. Esos malévolos alfileres  que se lo llevan todo, bueno no, todo no, el recuerdo se eternizan, inamovible, terco, doliente y desesperanzado. El cronómetro me despedaza, trilla mi resistencia y maltrata mis desvelos, la avidez de tus abrazos me atraviesa, pues no puedo desmayarme en  ellos,  sólo pido que los punzantes alfileres   no te alejen de mi lado, ¡clemencia!, quiero impedir el avance, del certero recorrido de esas  inmunes púas, pero sólo cuando estás conmigo,  ya que si estás lejos  les imploro que  se adelanten para que el lapso no me venza,  y me vea atormentada por la merma de vida que  supone el recuerdo de tu añorada  presencia.

Con la llegada de tu marcha se engendra mi ansiedad. , Todo pierde fulgor, color, hechizo. La vida se tiñe de un temible tinte  daltónico, que me aferra a un pasado sin curso, sin límites, sin embargo vivo en él, es un amenazador y deshumanizado vado henchido de hiel, si tú no estás aquí,  todo es ceniciento, mate y opaco. Mis ojos  abrazan el inmenso  tormento  y la soledad; mis amargas  lágrimas no pueden evacuar un ápice de dolor. Grito, me desgarro la  voz con el  más rebelde desaliento y  no veo  más allá de una proyección de dicha, siempre contigo, contigo, sin distancia, sin  espacio. Ruego un soplo inagotable de descanso,  para siempre, mi sollozo suplica  al  manto de agua  que nos separa despiadadamente  que se torne un puente inmediato que  permita olvidarnos de todas las dificultades  que  postergan nuestro idolatrado deleite.

Y es que me da miedo el tiempo, que te tiene escondido en la memoria, que estrangula mi paciencia y cuartea mis sueños; los despedaza y me hace responsable de no poder resistir sin ti. Me culpa, me juzga y me castiga sin  la ilusión que es mi alimento, mi consuelo, sin ella tampoco sé vivir, no quiero un sendero infinito, desesperanzado y  sin rumbo, eso es para mi la tardanza, la duda, el desconcierto y  la incertidumbre pero sobre todo permanece ese profundo  vacío que me azota el ánimo con la más ponzoñosa zozobra: la inseguridad, que alberga el propósito de herirme y luego ver como se desangra  mi alma, mientras ésta  se  debate con infatigable desazón. Los sonoros  latigazos de atormentador silencio  intangible poderoso y justiciero  me quiebran, rompiéndome en pedazos de agria y eterna  congoja. No deseo  llevar la pena más lejos que mi propia y consumida existencia, triste, fatal,  hambrienta de ti… y de sosiego…cada segundo es tan largo o más que el anterior pero tiene menos oxígeno,   y es que tengo miedo del tiempo.

mamá

Filed under: Varios — Enriqueta Dominga at 3:07 pm on jueves, septiembre 19, 2013

creo que solo podrá estar tu lugar alguiéncon la capacidad amar incondicional e infinitamente como tu.

Autoconocimiento

Filed under: - Autorretrato,Redaccion — marulita at 3:07 pm on jueves, septiembre 19, 2013

La mayor parte de mi vida tuve la fuerte convicción de ser una persona sencilla. Cada vez que algún curioso observador me interrogaba acerca de la forma en la que yo me veía a mi misma, la primer reacción suponía una suerte de balbuceo con mas dudas que certezas.

Luego de muchos años de introspección me fui descubriendo.

Ahí me di cuenta que aquellas características que menos aceptaba en los demás también las tenía adheridas con fuerza en mi interior. Me ví soberbia, materialista, altanera y arrogante. Me observé y descubrí que de a ratos me resultaba insoportable convivir conmigo misma; con mi inmadurez, con mi debilidad, con mi cobardía, con mi inseguridad.

Mas tarde vi mi costado mas luminoso y ahí me descubrí como alguien muy noble, generoso y desinteresado. El amor por la vida que sentía mi alma y la estrecha ligazón a la espiritualidad fueron detalles que me dejaron perpleja.

Fue entonces cuando esta mirada benevolente me llevó por el camino de la autosuperación. Es algo que todavia transito y que posiblemente no me alcance esta vida para concluirlo pero en la parte mas íntima de mi ser tengo la sensación de que vale la pena intentarlo.

EL ORO Y EL BARRO

Filed under: Varios — carbada at 3:06 pm on jueves, septiembre 19, 2013

EL ORO Y EL BARRO

Estábamos sentados en un bar de San Telmo, el mismo en el que siempre nos reuníamos: Lucía, José, Arturo y yo, a veces venía Carlos, Mané y también Alfredo, pero hoy no habían llegado todavía. Tomábamos un café, coñac y fumábamos un cigarro, la idea era reunirnos, conversar. Nos apasionaba llevar siempre una lectura impresa en una fotocopia y luego comentarla, opinar y finalmente sacar conclusiones.
Era un día muy especial, estábamos un poco susceptibles. Parecía que la jornada no era muy propicia para esa reunión, sin embargo el encuentro se llevó a cabo como si fuera una cita de fe, ya era una costumbre.
Los parroquianos del bar, siempre los mismos, estaban allí, con sus mentes perdidas en la nada, obnubilados y con sus figuras disipadas por el humo de los cigarrillos. Un café, un simple café, era lo único que consumían generalmente. Algunos se reunían con otros, como nosotros y emprendían largas conversaciones, siempre referidas a cosas de la vida. En general eran hombres mayores y hablaban de la jubilación, de los remedios que debían comprar, de los hijos, de los malos tratos que recibían de ellos. Eso es una cosa común que yo observo de los ancianos, esa sensación de estar siempre solos, apartados de la familia, no considerados, indiferentes a los demás.
Los mozos siempre estaban parados delante del mostrador, esperando ser llamados por algún cliente que demandara algo para tomar.
Lo cierto es que estábamos allí, mirándonos los cuatro, esperando quién sería el que hablara primero.
Y fue entonces cuando me atreví a indicarles que ojeando un libro de filosofía de vida, o sea filosofía práctica, encontré un cuento muy interesante que utiliza un término que para mi era un tanto desconocido. El concepto es “sufí”.
– Sí, dijo Lucía “SUFÍ” es una expresión que indica la idea de “GRAN MAESTRO”
Efectivamente, investigando acerca del mismo descubrí que aunque el término en su uso coloquial incluye a todo aquél que practica el sufismo, desde el punto de vista técnico en el sufismo se denomina sufí a quien ocupa el más alto grado de realización espiritual en el camino iniciático del Islam, aunque puede variar su uso según el autor.
– José agregó que es una de las denominaciones que se han dado al aspecto místico del islam, a la espiritualidad islámica que tiene un nombre que no recuerdo y que incluye diferentes movimientos ortodoxos y heterodoxos del islam.
Nuestra conversación siempre era atrapante.
El mozo llegó justo cuando estábamos iniciando esa conversación que nos llevaría a divagar, incluso a volar por el mundo de la filosofía y más aún de la meditación, pero aquella que nos permitiría conversar acerca de nuestras más intrincadas cavilaciones.
Arturo incluso nombró a un personaje llamado Nasrudin que era una especie de antihéroe del islam, cuyas historias sirven para ilustrar o introducir las enseñanzas sufíes, se supone vivió en la Península Anatolia en una época indeterminada entre los siglos XIII y XV. Este era el personaje que ocupaba el centro de atención del cuento que iba a contarles, de manera que vino muy bien la ilustración que nos brindó nuestro compañero.
Lo cierto es que Nasrudin, sabio maestro sufí, llegó un día a una aldea en la que antes nunca había estado. La gente lo esperaba con gran entusiasmo porque era famoso; y cuando se supo que estaba dispuesto a dar una conferencia, una gran multitud se congregó en el lugar del evento.
– Arturo agregó que recordaba que en Plaza de Mayo siempre hubo oradores importantes, personajes políticos que se comportaban como “sacerdotes de la verdad”, era el remedio elemental para los males del pueblo.

Y continué:

Cuando ingresó al recinto, se paró frente al público y abriendo los brazos les dijo:
– Ya que se han reunido tantas personas para escucharme, supongo que sabrán qué es lo que voy a decirles.
Todos contestaron a coro:
– No, maestro, no lo sabemos
Entonces él les respondió:
– Si no saben qué es lo que vine a decirles es que no están preparados para escucharlo. Diciendo esto, dio media vuelta y se fue dejando a la gente muy sorprendida.
Su ayudante, antes de retirarse, le dijo a la audiencia que esa había sido una gran oportunidad para que todos pudieran aprender una excelente lección, y los invitó a solicitarle al sabio que diera una segunda conferencia.

– Lucía afirmó que es común que los “sabios argentinos” echen manos a esa actitud cuando “se las ven jorobadas” o pretenden destruir o desembarazarse de ciertas ideologías que los perturban

Yo notaba que era interrumpido a cada momento y el tema se iba a hacer largo, pues era muy interesante. Tanto, que permitía que se incorporaran distintas posturas a cada paso del cuento…

Pero, aun así continué:

Fue así que una gran cantidad de gente se organizó para ir a buscarlo y pedirle una nueva presentación.
El maestro les dijo que todo su saber se podía reunir en un grano de arroz y que una segunda conferencia era inútil, pero esas personas estaban muy decididas a escucharlo e insistieron hasta convencerlo.
El peculiar comportamiento del sabio en la primera conferencia hizo que en esa segunda oportunidad se congregara aún una multitud mucho mayor, pero antes acordaron preparar una mejor respuesta si se producía otra eventual sorpresa.
Comenzó Nasrudin su segunda disertación con estas palabras:
– Supongo que tanta gente se ha reunido sabiendo lo que voy a decirles.
Entonces, todos contestaron a coro y a viva voz:
– Sí maestro, lo sabemos, por eso vinimos.
Al oír esto, el sabio contestó:
– Bueno, si ya lo saben no veo el motivo que existe para volver a decirlo.
Y sin decir una palabra más, se volvió a retirar.
– Arturo exclamó, bueno pero a este no hay figurita que le venga bien.
Lo miré con fastidio, pero era común que estos agregados siempre aparecieran en medio de una conversación de estas características por parte de Arturo, seguro que la ansiedad por saber hacia donde iba yo con este cuento, lo vencía en su concentración.

De nuevo, hice oídos sordos y continué:
Otra vez los asistentes sintieron gran perplejidad y estupor ante sus breves palabras, pero admirados por su gran sabiduría volvieron a solicitarle una tercera y última conferencia.
Un gran número de personas fue a rogarle para que les hablara al día siguiente; y frente a tanta insistencia no pudo negarse y aceptó de inmediato.
Por tercera vez el maestro estaba frente al público, que parecía haber crecido considerablemente. Sin perturbarse en lo más mínimo comenzó la tercera y última conferencia con las mismas palabras que en las anteriores.
– Supongo que todos ustedes ya sabrán lo que voy a decirles.
Los asistentes, previendo escuchar la acostumbrada introducción y habiendo planeado contestarle algo más ingenioso, dijeron a coro:
– Algunos sabemos pero otros no.
Luego de un largo silencio, se escuchó su voz diciendo:
– Bueno, si ese es el caso, los que saben instruyan a los que no saben.
Con estas palabras dio por terminada su tercera conferencia, se dio media vuelta y se alejó.
– Bueno y la “aneda” dónde está. Qué nos quisiste comentar con este cuento, tan bien contado. No encuentro el significado-Agregó José.
Apareció el mozo, un joven apuesto de unos veinticinco años que ya tenía cierta confianza con nosotros. Éramos un grupo que nos reuníamos casi cotidianamente y por lo tanto teníamos un trato familiar con la gente del bar porque las conversaciones que se desarrollaban eran atrayentes y todos escuchaban desde distintas mesas. El mozo era uno de esos entrometidos, pero bien, me encantó que se enganchara en la conversación.
Él afirmo:
– Perdón que me meta en esta charla tan amena, pero el tema me interesó. Creo, si ustedes me permiten opinar, que hay un mensaje oculto si se quiere en este cuento, algo que se nos presenta casi a diario, esa costumbre que tiene la gente por interesarse por lo aprobado, lo divinizado, lo valorado, si se quiere también lo santificado, ese fanatismo por lo que dicen los demás.
– Arturo, que no le gustó ni medio que se metiera el mozo, lo miró un tanto desconfiado y agregó: espero que lo que diga sea algo interesante.
– El mozo le contestó, puedo cerrar el pico si ustedes quieren pero les aclaro que soy estudiante avanzado de filosofía y que puedo incluir una idea, si me permiten.
– Sí, sí, hágalo amigo, no le ponga atención
– Digo: Eso se comprueba muchas veces cuando un político anuncia un discurso y muchos de los asistentes no saben por qué razón están allí, es como si fueran llevados de las narices por interesados que buscan glorificarse llenando auditorios.
– Buen punto de vista amigo, continúe:
– Un profesor que yo tuve en la secundaria afirmaba siempre que nos cuidáramos de ello y nos proponía un ejemplo práctico: “mi madre hacía la masa de pan y lógicamente usaba harina, cuando la masa estaba casi lista acostumbraba a colocar un granito de harina más, sólo uno y lo mezclaba, no sé por qué lo hacía, pero lo hacía…”
– Arturo preguntó, ¿y eso qué tiene que ver con el tema?
– Aguarde, déjeme terminar la idea. Él nos preguntaba si era posible retirar ese granito de harina nuevamente y por lógica le dijimos que no. Nos preguntó, ¿y si a mi madre se le hubiera ocurrido colocar un granito de harina negro, era posible encontrarlo después de mezclar la masa? Mis compañeros dijeron que no, pero hubo uno que dijo, sí, si se busca con mucho cuidado ese granito de harina negro se distinguiría de los demás y entonces era probable encontrarlo.
Entonces el profesor explicó: pues bien, es imperioso que todos los humanos seamos granos de harina negros para que nos distingamos del resto de los participantes a cualquier reunión política a la que asistiera una gran masa de personas. Siempre había que saber por qué razón se iba a tal o cual concentración política, tener la libertad de optar y analizar las cosas que se nos presentan, ser libres. Nadie tiene totalmente la razón.
Me pareció muy oportuno el cierre de su idea y además muy inteligente de su parte.
– Lucía afirmó: Sí, efectivamente incluso tampoco la tiene ese profesor, es su propia opinión.
– El mozo agregó: Nuestro profesor nos arengaba a investigar a partir de distintas bibliografías para que tuviéramos una idea personal. “Subjetividad” fue el concepto que esbozó al final. Lo contrario sería, “hablar por boca de ganso”, es decir no tener opinión propia y copiar las estupideces que dicen los que creen tener la verdad.
Y agregó:
Por otro lado alguien se dijo alguna vez, “lo barato produce barro y lo auténtico es muy probable que se convierta en oro”.
– Mejor cambiemos de tema, esto está muy aburrido, dijo Arturo.
El mozo ya se había retirado y todos le dijimos: Me parece que fuiste un tanto ordinario
– Agregué: La humildad debe ser una característica propia del ser humano. Acaso te molestó que un mozo opinara, estamos en un país libre donde todos tenemos derecho a opinar aunque estemos equivocados, la verdad no existe, pues cambia a medida que pasa el tiempo, fíjate que antes las mujeres usaban mayas que tapaban el cuerpo, esa era una verdad evidente, clara, distinta, pero ahora hay cuerpos que tapan mallas, y esa es otra verdad que gracias a Dios ha cambiado con el tiempo. Lo importante es no ser o tener una mente ¡obtusa!, cerrada a los cambios de la vida, vengan de donde vengan y los digan quienes los digan.

CARLOS A. BADARACCO
7/9/12
(DERECHOS RESERVADOS)

LA DESPEDIDA

Filed under: Creatividad - Primer ejercicio — Nilson Montes at 3:04 pm on jueves, septiembre 19, 2013

Ya llegó la hora de dormir y con lindas palabras delante de ti me quiero lucir,

dichoso y esplendoroso tienes mi corazón que cuando esta cerca de ti salta con emoción.

Palabras del viento

Filed under: Creatividad - Primer ejercicio — MARIA ITZA at 3:04 pm on jueves, septiembre 19, 2013

Lluvia…

un rumor primitivo hunde su melodía sin palabras

desata su lamento.

es un barco que encalla

y transporta con ayuda del viento

casas como palabras, fuego, amigo, refugio…

Se encadenan las gotas en ríos

y la sal de los mares se queja de esta ola

que le lame la arena y le dice del viento

palabras que le escaman de espuma las entrañas….

Lluvia….

Pájaros hechos de enhebrados hilos mojan su vientre seco

y extrañas telarañas se estampan en los vidrios…

son palabras, palabras escritas por el viento..

¿qué lenguaje es el que usa para arrastrar las cosas

seguidoras sin rumbo,suicidas sin condena ?

Desploma el cielo una luna hueca

y las gotas la beben y pasanotras gotas

sobre el aro vacío,

y sigue, sigue el viento derramando sus gritos…

Mi primer diez

Filed under: Varios — poiesys at 3:03 pm on jueves, septiembre 19, 2013

Marzo de 1975. Argentina. En el aire se respiraba olor a pólvora, a sangre…a dolor.  Yo tenía apenas siete años de edad  y con todo el amor de un niño había comenzado mi primer grado. Siempre me gustó estudiar, amé hacerlo y nunca supe ni me interesó saber el  por qué. En mi interior algo me decía que ése era el único camino que me llevaría a un cielo creíble y sólo mío, sin intromisión de nada ni nadie, donde mis ideas serían mi realidad. Aún sigo buscando y peleando por ese horizonte porque sé que éste existe, que me espera y desafiante voy a su encuentro.

Durante mi niñez mis padres fueron ideológicamente como dos generales del ejército y quisieron hacer de mí, el mejor de los soldados rasos, obediente en todos los frentes. Mi vida tenía que tener la calificación de diez, desde hacer los mandados hasta las notas en la escuela, éstas debían ser las mejores. Era mi obligación ganar todas las batallas, pero no me enseñaron a pelear por mis sueños y aún hoy, después de tantos años, para ellos mis ideales no existen, no sirven, no satisfacen las necesidades de nadie. Tuve que aprender a defender mis quimeras  contra vientos y mareas, a capa y a espada porque sí existía “un nadie”, el ser más importante, yo.

A la semana de haber comenzado primer grado, la maestra nos había dado a repasar una lectura, recuerdo textualmente lo que ésta decía, como también la paliza que recibí de parte de mi madre y de mi padre por no reconocer algunas letras. Fue una noche que jamás olvidaré. Sólo tenía unos pocos años. Hubieron tantos  golpes físicos y psicológicos  recibidos que pensé que me moriría. Recuerdo que quedé tendida en el suelo, sin saber dónde me encontraba. Sus palabras sí las recuerdo: “¡Ésta no va a aprender nunca, es una burra!”

Por entonces, en las revistas que vendían los kioscos de turno aparecían los cadáveres de los militares y revoltosos muertos, torturados y acribillados. En aquel momento, creí que me pasaría lo mismo. Fue mi primer encuentro cercano con el dolor, la tortura, el odio, la maldición y a esa corta edad pensé: “¿dónde estás, Dios?”

Muy pronto aprendí a leer perfectamente, no por miedo a nuevos golpes, sino para empezar a conocer la vida y a defenderme, ésa fue mi meta. Ningún libro, ninguna revista, ningún folleto, ningún diario escapaban a mis ojos casi inocentes y a mi mente. Leí todo y sobre todo y sé que a mis siete años empecé a sacar conclusiones propias de lo que pasaba en mi pueblo, en la provincia, en el país.

En aquel tiempo, en la esquina de mi casa vivía un matrimonio mayor. Sus nietos venían a pasar las vacaciones de verano con ellos y con mi hermano jugábamos todos juntos durante las largas siestas estivales con estos niños. Durante las noches, mate o cerveza de por medio, sus padres y los míos conversaban sobre política mientras nosotros contábamos las estrellas. Y en esos años había mucho por hablar de política, aunque estaba prohibido.

El papá de mis amiguitos, un gran profesor universitario, era ideológicamente de izquierda y mi padre, un militar reprimido, aunque mi madre era más milico que él.  Una noche de verano, mientras nosotros jugábamos a las escondidas, el papá de nuestros amigos les hizo cantar una canción muy pegadiza a sus hijos. La única frase que recuerdo era: “¡Qué viva el Socialismo!”. Llamó mucho mi atención que sus hijos junto con él cantaran felices y me uní a ellos, me gustó mucho esta primera experiencia con el canto. De pronto, observé la cara de mi padre, estaba pálido casi demacrado, y creí que lo que repetía cantando era una mala palabra, pero no dejé de cantar. Mi progenitor en ese momento no dijo nada, pero cuando se fue esta familia de mi casa, pensé que era el fin del mundo. Se puso mal, decía que no lo podía creer, que nunca había pensado que un subversivo hubiera ido a su casa a tratar de cambiarnos de ideología. Pregunto ahora como entonces para mis adentros: “¿Qué ideología?” Y obviamente, nos prohibió volver a estar con esos chicos y así lo hicimos mientras él rondaba la casa, cuando se iba, nosotros volvíamos a estar juntos.

El verano se terminó llevándose las mejores vacaciones y mi inocencia ciudadana. Los chicos volvieron con sus padres a su ciudad, yo me quedé con los míos en mi pueblo, en silencio  hablando conmigo misma. Soñando sólo para mí.

Golpeó los árboles el otoño. Ya estaba en segundo grado, seguía obteniendo las mejores calificaciones, de esa manera callaba  a los adultos mientras mi alma gritaba: “¡Libertad, Libertad!”

Cuando entró a nuestro pueblo el invierno, trayendo tristezas y olor a frío y a hielo, una noticia leí en el diario. Recuerdo que estaba mi madre a mi lado y mi padre entraba a casa acercando un poco más de hielo. Me hicieron leer nuevamente la noticia. Era apenas un epígrafe: “El señor Daniel R. ha desaparecido también, al igual que su hermano Iván. Lo vieron por última vez en la Terminal de ómnibus de Córdoba, estaba esperando el colectivo que lo llevaría a dar clases a la Universidad de Ciencias Económicas de la ciudad de San Luis. Todos sus familiares aún continúan buscándolo”. Dentro del grupo de familiares estaban mis amiguitos. Mis padres se quedaron secos, enmudecidos, paralizados y tristes. Pensé que mi papá iba a decir: “Algo habrá hecho…”, pero no, no abrió la boca. No dijo nada, no dijimos nada. Eso era todo. Eso fue todo…

Jamás volví  a ver a su familia, obedecí a la mía. Jamás supe de él, pero siempre lo recuerdo con esa vitalidad y esa fortaleza que creo que me transmitió.

Tal vez hoy comparta su ideología, tal vez, no, pero de lo que sí estoy segura es que este hombre, el papá de mis amigos me enseñó algo de lo que nunca me voy a arrepentir. Con él aprendí que hay que dar hasta la sangre por un sueño, por un deseo, por una ideología, errada o no, pero por lo que uno cree de verdad…por las utopías, porque ellas aún existen…y éste sí, a mis ocho años, fue mi primer 10.

IGUAZÚ

Filed under: Varios — EDUARDO at 3:01 pm on jueves, septiembre 19, 2013

Iguazú indómito.

Serpiente rojiza y reptante.

La sirena salvaje

que anida en tu vientre,

peina su cabellera blanca espumosa

con un grito

de desafiante orgullo.

El conquistador hispano

mudo de asombro ante tu belleza,

doblegó su espada

por un momento

mirando silencioso

tu altivo y majestuoso porte.

Y sobre tus aguas vírgenes,

el arco de la alianza eterna

en todo su esplendor,

mostraba, al rey de España,

tu pacto con Dios.

Amor Platónico

Filed under: Ensayo: Primer ejercicio — Denise at 3:01 pm on jueves, septiembre 19, 2013

Ese día se levantó, igual a todos sus días pasados y venideros, o eso pensaba ella. Se colocó sus pantuflas y una campera sobre el pijama, abrió las cortinas de la ventana de su habitación y miró hacia fuera, llovía, a cántaros, el día estaba gris, y los grandes árboles de su casa contrastaban con el cielo nublado. Bajó las escaleras y se decidió a preparar el desayuno. Una leche tibia no le vendría mal después de ver como estaba el día y de saber que tendría que salir al trabajo con un paraguas. Tomó su leche, y se fue a bañar. Dejó que el agua cayera sobre su espalda descubierta, disfrutaba tanto el momento del baño. Salió y se vistió.  Le quedaba media hora libre antes de irse a su aburrido trabajo. Decidió prender la computadora y ver noticias sobre él, el imposible amor de su vida, el chico que, ahora ya era un hombre, conoció cuando tenía tan solo trece años, en su concierto. Era su ídolo, el que había salvado su vida literalmente. Mientras la computadora prendía, ella recordó viejos tiempos. Se encontró en su casa, a punto de matarse, encerrada en su habitación, mientras escuchaba la radio, pudo oír su nombre y apellido, prestó más atención. Sí, era su nombre, había ganado las entradas para ver a su ídolo, soltó el cuchillo y se puso a saltar de felicidad. Hasta ahí llegaron sus recuerdos, la computadora ya estaba prendida. Se metió a esa antigua red social del pajarito celeste, y buscó el nombre de su ídolo. Él no había escrito nada, ella se asustó. A diario, el amor de su vida escribía algo, para hacerles saber a sus fanáticas que estaba bien, que seguía con esa enfermedad, pero aún estaba vivo. Ese día no había dado señales de vida. Desesperada, ella se metió a su otra red social, allí vio a todas sus amigas de luto, preguntó que pasaba, aunque no estaba segura de querer conocer la respuesta. Nadie le contestaba, todas estaban demasiado ocupadas, excepto una de ellas, su mejor amiga de la primaria.

«Él ya no está», le dijo su amiga «nuestro ídolo se fue». Ella no lo podía creer, asustada preguntó cuando, su amiga respondió que a la madrugada de ese día. Sintió que el mundo se le veía abajo, él había sido el chico que la había sacado de su pozo de depresión, y ahora ya no estaba. Su cable a tierra se había ido, ya no tenía sentido seguir viviendo. No tenía familia, nadie la quería, y ahora tampoco lo tenía a él. Lloró tanto, pidió permiso a su trabajo para faltar ese día, no podía siquiera ir a trabajar, no tendría palabras para contarles a sus compañeros lo que había pasado. Salió a la calle, el día acompañaba su tristeza, sus lágrimas se fundían con las gotas de lluvia. Se sentó en un banco de la plaza, no se veía casi nadie en la calle. Tapó su cara con las manos y echó a llorar aún más. Ya no podía con eso. Sus recuerdos volvieron a aparecer, ella en el concierto de su ídolo, el que ahora ya no estaba, se veía a si misma, feliz, gritando, en la primera fila. Fue el día más feliz de su vida.

Cuando volvió a la actualidad, se secó las lágrimas que corrían por su mejilla y sonrió.

«Aunque ya no esté tu presencia física conmigo…» pensó mirando al cielo «sigues en mi corazón y en mis recuerdos, nunca dejaste de estarlo, como tampoco dejarás de estarlo, me cambiaste la vida y te debo mucho por eso, gracias por haber existido, sin tu presencia yo ya no estaría aquí. Gracias. »

Y volvió a su casa, con un matiz de tristeza en su interior, pero feliz por haberlo conocido, al día siguiente, ella ya no estaba, había muerto, cuando su jefa fue a buscarla la encontró tirada en el suelo de su casa, muerta, pero con una sonrisa en la cara, se iría a encontrar en el cielo con su ídolo, lo vería nuevamente.

Libertad

Filed under: Poesía - Primer ejercicio — acuarela at 3:01 pm on jueves, septiembre 19, 2013

Soy libre, como las aves,

como el viento,

libre, como las olas del mar…

libre, como el aroma de las flores…

soy libre… y con esta libertad te digo

no puedes cortar las alas a la mariposa

y esperar que pueda volar,

puedes enjaular al ruiseñor,

pero no su trinar… ni su alegre canción.

Podrias intentar cortar mis alas,

romper mis ilusiones y mis sueños

en mil pedazos y sin embargo

mi espiritu todavia sera libre.

Confusión

Filed under: Creatividad - Primer ejercicio — acuarela at 3:00 pm on jueves, septiembre 19, 2013

Me llevas al cielo y de tu mano me dejo guiar,

en un paso entre la nubes, camino junto a ti,

siento que puedo volar, hoy en mi cielo resplandecen

mil colores, rodeado de un dulce aroma a felicidad.

Cuando me miran tus bellos ojos,

me llenas de dicha, de gozo y de paz,

tus brazos son mi respaldo y

entre ellos me siento segura.

Eres mi gran ilusión,

sí, mi ilusión, pues cuando despierto

tú no estas… solo me quedan los recuerdos

y tu aroma impregnada en la almohada.

Desapareciste, me dejaste en medio de la nada,

cuando todo era perfecto, y mi cielo aquel

que un dia tuvo mil colores, hoy se ha

tornado gris, ya no hay sol ni arco iris

la tormanta ha comenzado…

Los truenos y los relampagos acallan

mis gritos, entre la lluvia mis lagrimas

se esconden, camino en medio de un valle

de sombras, buscando dar alivio y sociego

a mi canzado corazón.

La maqueta

Filed under: Varios — Micam at 3:00 pm on jueves, septiembre 19, 2013

Sentada en un un rincón de la sala, giro mi cabeza y  algo  me llama la atención: una maqueta , elaborada por una pequeña , mi nieta . Sobre un rectángulo de unos cuarenta centímetros de ancho, por cincuenta de largo, ha  representado   un pequeño barrio, utilizando cajas que las ha forrado con papeles  de vivos colores , dándole los detalles de ventanas y puertas.

Como si no entendiera le pregunto -¿y esto qué significado tiene ?

-Abu , eso es una maqueta para la clase de Ciencias.

-Pero que bien, como has trabajado mi niña.

Observo los elementos que la componen: la localización de monumento situado en lo que sería la plaza central , alrededor de la cual  ha distribuido muy bien los demás  edificios , los hay de diferentes alturas  y anchos. Las calles nacen del centro con sus intersecciones ,como en la mayoría de los barrios .

-¿Puedes explicarme que representan estas líneas?

-No son líneas abu, son calles de la pequeña ciudad que contruí.

-Ah, pero que bien has realizado tu trabajo mi niña.

Miro desde el frente , hacia la derecha se encuentra la parroquia ,  la izquierda un grupo de casas pequeñas, cada una de un color  distinto :celestes , blancas con techo rojo,otras con  franjas   de colores contrastantes como los que se usan ahora :los tonos violeta, amarillo fuerte, naranja y blanco ,en fin una gama variada que llama la atención.

En el sector verde de la plaza se ven plantitas muy pequeñas con  flores, realizadas en un material brillante ,que le da un toque especial

¿Y puedo saber por qué hay tantos colores en esas viviendas?

Llama mucho la atención la belleza del sector florido

-Si abu, es porque la gente de mi ciudad es muy alegre , viven en una bella ciudad pequeña , donde todos se conocen y cuidan el lugar como a su propia casa.

-¡ Cómo has pensado en todo!

¡Qué bien has trabajado mi niña!

-Gracias abuela , es así como yo quisiera que se el mundo entero, colorido , con muchas flores y gente feliz.

Micam

Filed under: - Autorretrato,Redaccion — ssbeso at 3:00 pm on jueves, septiembre 19, 2013

Hola a todos. No sé bien qué decir, supongo que lo realmente importante es mi amor, compartido con vosotros, por los libros. Me encanta tanto leer como escribir género novelesco, sobre todo fantasía. Esto, los libros son una parte muy importante para mí, porque empecé a los once años, con la muerte de mi abuelo.Me siento bastante insegura a la hora de escribir, no por los personajes ni la trama… no es la novela en sí, es el hecho de que la gente me lea, el miedo a no gustarles. Y también tengo unos problemillas  con los finales de los escritos, porque no quiero que terminen, abandonar ese mundo creado por mí, ese vacío que siento al dejar atrás algo que por tanto tiempo me ha acompañado.

Sé pocas cosas de mí, tengo todo lo que alguien puede soñar: desde una gran familia, hasta unos grandes amigos. Eso es lo único que yo necesito tener: mi mundo narrativo y el apoyo de mi familia. Sobre todo mi hermano y mi padre, que son lo más grande que tengo y por lo que hago esto. Les debo todo.

AUTORRETRATO

Filed under: - Autorretrato — DIEGOCASTRO at 2:59 pm on jueves, septiembre 19, 2013

Me quede aquí, sentado; esperando

La tristeza en el fondo del alma

La sonrisa al borde dela piel,

Entre la dentadura y la garganta

La voz que canta desafinada, ronca, inescrutable.

Callo lo que siento y cada instante más que el anterior

Siento lo que callo en lo profundo del miedo, justo,

Junto al corazón.

¿Autorretrato? Y que voy a retratar

Si ni yo mismo me reconozco,

Soy la sombra cobarde y temeraria de un pasado

Que ya nadie quiere recordar.

Que voy a retratar; la vanidad, la cobardía, el temor.

¿Autorretrato?

Soy un hombre, cabeza cuello torso extremidades superiores, extremidades inferiores

Pelvis inactiva, hígado, riñones, corazón, pulmones, anteojos viejos y cigarrillos humeantes. Eso es mi autorretrato.

La Diosa Fragil

Filed under: - Autorretrato,Relato - Primer ejercicio — turisasgodess at 2:59 pm on jueves, septiembre 19, 2013

Oscura y terrible

se alza ante tu mortalidad mi magnificencia.

Diosa omnipotente, conocedora de tus miedos,

en mis manos tu vida,

en las tuyas, mi secreto.

tu aliento me da vida,

y bien lo sabes, mi alma,

que si te vas,

te llevas mi deidad atesorada.

Ay de mi si un día lo descubres!

que soy fuerte sólo en tu fuerza,

que sólo soy diosa en tu templo,

que si te vas ya nada me queda.

Guerrera

Filed under: -Creación de personajes — turisasgodess at 2:58 pm on jueves, septiembre 19, 2013

Ella mira el horizonte con sus perfectos ojos azules que destacan sobre su piel trigueña. La línea de su mandíbula la hace ver como una mujer fuerte y determinada, y no es una descripción equivocada. Sirah es la encarnación de la diosa guerrera, y lidera su clan desde hace décadas. Mientras el viento revuelve sus rizos oscuros como el ébano, ella contempla al sol poniente preguntándose hasta cuándo habrá de soportar su agonía.  Nadie sospecha que detrás de su carácter de hierro, hay una historia escrita en sangre, lágrimas y dolor. El precio que pagó por ocupar su lugar en la tribu la despojó de toda emoción, de toda vulnerabilidad. Los otros la ven como un estandarte, como una diosa, toda ella fortalezas, y sin embargo ella sabe la verdad. Que la que contempla hoy el horizonte es la cáscara de la madre que no pudo ser, la sombra del amor que no la protegió, la muerte de una vida llena de promesas rotas…